miércoles, noviembre 14, 2007

BASURA EN CHICLAYO

Concienciar y educar es la solución

El problema de la basura en Chiclayo es tema de no acabar. Los índices de basurales se incrementaron durante los problemas de ‘desgobierno’, que generaron un estado de emergencia tras la vandálica quema de la Municipalidad Provincial, y debido a la falta de combustible para los camiones recolectores.

Pasados estos inconvenientes, la basura continúa siendo la reina de veredas y esquinas, lugares favoritos de los comerciantes que dejan sus desperdicios esperando por las compactadoras, sin ponerse a pensar que los perros callejeros o los recolectores humanos (erróneamente llamados recicladores) pueden convertir la zona en un muladar, debido a que éstos escarban en las bolsas sin preocuparse por cerrarlas o regresar a su sitio lo extraído.

Como alternativa de solución, la Municipalidad Provincial de Chiclayo, en coordinación con el Servicio de Administración Tributaria de Chiclayo (SATCH), invertirá un millón y medio de soles en la campaña de sensibilización de limpieza pública, denominada “Chiclayo, ciudad digna para vivir. No la ensucies”, teniendo en cuenta que Chiclayo produce el 70% de basura inorgánica.

Para esta campaña se contará con el empadronamiento de los recolectores humanos, siendo en su mayoría familias enteras las que laboran en horas de la madrugada en las diferentes arterias de la ciudad y principales urbanizaciones, en donde encuentran desde botellas plásticas hasta desperdicios que para algunos de ellos se pueden volver a usar.

“Hacemos un llamado a todos los recicladores para formalizarlos, empadronarlos. Se les entregará bolsas de colores para que toquen las puertas de cada vecino y eviten que la ciudad se siga llenando de basura” señala Roberto Torres, burgomaestre de Chiclayo.

Además de empadronar a este personal, se les capacitará con el fin de que separen la basura en bolsas plásticas de diferentes colores, para evitar de esta manera que los desperdicios queden regados en vías públicas; e inclusive, se les entregará uniformes, guantes y máscaras que los protejan de la contaminación que representan los desperdicios, así como la asignación de zonas de trabajo para agilizar y ordenar la recolección.

Bolsas de colores
Otra de las actividades que comprende esta campaña es el reparto de bolsas de dos colores en localidades que se establecen como “centros pilotos”, usando las de amarillo para materia inorgánica y las de negro para orgánica. Además, se colocarán afiches alusivos a la campaña de sensibilización en los establecimientos comerciales, así como stickers en los vehículos de transporte público y banderolas en lugares estratégicos de la ciudad.

Dentro de los planes también está contemplada la capacitación a docentes de las instituciones educativos de la ciudad de Chiclayo, previo convenio con la Dirección Regional de Educación, un concurso de dibujo y pintura con participación de centros educativos de nivel primario del Centro Histórico de Chiclayo y la aprobación del programa denominado “Chiclayo Ecológico”, el mismo que comprende la recuperación de cincuenta parques, incluyendo el diseño de jardinería; un concurso de Parques y Jardines, denominado “Chiclayo te quiero verde”; y, la implementación de los biohuertos escolares, inmerso en el proyecto “Adopta un Parque”, así como de Comités Ecológicos de Parques.


Implementación logística
El slogan alusivo a la campaña de sensibilización deberá ser colocado en los documentos de cobranza del SATCH y de EPSEL, siendo la primera, la entidad que apoye al municipio con parte de los arbitrios de limpieza pública, cantidad que representa el 30% del total recaudado por este ente.

“El SATCH trabajará lo más estrechamente posible con la Municipalidad por el bien de la comunidad, así como en el problema de la compra de las compactadoras que urgentemente necesita la comuna provincial”, aclaró el flamante jefe del SATCH, ingeniero Jorge Incháustegui Samamé.

Las acciones no quedan ahí. La Municipalidad tiene planeado adquirir ocho compactadoras y cuatro volquetes para mejorar el servicio de la limpieza pública, remplazando de este modo las antiguas y obsoletas máquinas con las que cuenta actualmente el municipio, así como de un “camión madrina” que optimizará el recojo de basura; compra que aún está en evaluación debido a su alto costo.

Otro de los planes del nuevo gobierno es la compra y ubicación de contenedores rodantes, para así evitar la acumulación de basura en las calles y por ende la contaminación ambiental que esto genera.

El objetivo principal de esta campaña de sensibilización son los moradores, aquellas personas que mayormente por las noches dejan sus bolsas de basura en la vereda adyacente a su casa, bolsas que son atacadas por los recolectores humanos, dejándolas en escombros y la vereda hecha un muladar.

“La gente no entiende, saca la basura después de que pasen las compactadoras, es allí donde los recicladores pasan separando todo. Eso se convierte en un basural que no lo crea la municipalidad, sino los mismos vecinos” refiere indignado Torres Gonzáles.

A pesar de la problemática que significan los recolectores humanos, el señor alcalde es conciente de que lo hacen por subsistir, “los recicladores rompen las bolsas y ensucian aún más las calles, pero entendemos que lo hacen en busca de un medio económico, puesto que deambulan buscando botellas plásticas o de vidrio para venderlas”, es por ello que estas personas aunque sean empadronadas e instruidas por el municipio seguirán gozando de las ganancias que esta labor les concede.

Puntos neurálgicos
A pocos días de lanzada la campaña de sensibilización, que pretende lograr la toma de conciencia a aquellas personas que mal acostumbradas contribuyen a que la suciedad se incremente en Chiclayo, hay sectores con menos cantidad de basura y, otros con la misma contaminación, antiguos puntos de acopio de basura hoy no concentran muladares, como lo muestra el Mercado Central, en cuya puerta de la calle Lora y Cordero se acumulan desperdicios de los diferentes puestos comerciales del interior de este centro de abastos, a tempranas horas del día no queda ni rastro de aquellos cerros de desechos.

Por otro lado, las ya comunes concentraciones de basura en las intersecciones de las calles Juan Cuglievan y Manuel Pardo continúan reinando en el lugar, fruto de los inconcientes comerciantes del Mercado Modelo que dejan sus bolsas de desechos en lo que algún día fueron las jardineras del frontis del Asilo de Ancianos, sirviendo de alimento a perros hambrientos que esparcen los desperdicios, aumentando el basural y con esto los focos infecciosos.

Es también la avenida Elvira García victima de la irresponsabilidad de la población. En sus esquinas la basura ha encontrado su hogar, contaminando el oxígeno y produciendo insoportables olores para los peatones, conductores, comerciantes aledaños y estudiantes de una reconocida academia, cuyas paredes sirven de soporte a montículos de basura.

Aunque parezca una utopía, es posible lograr una ciudad limpia y ordenada, teniendo como ejemplo a países que no necesariamente son potencias mundiales, tal es el caso de Chile o Ecuador, lugares donde se multa a quienes arrojan sus desperdicios a las calles.

Pese a ello, Roberto Torres afirma fehacientemente que no descansarán “hasta que no encontremos ningún papel por ninguna de las vías de acceso y de ninguna avenida de Chiclayo”.

“Primer puesto” en suciedad
Finalmente, según la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental, el distrito de la provincia de Chiclayo con mayor acumulación de basura es José Leonardo Ortiz. Específicamente en pueblos jóvenes, lugares en los que al llegar la noche, la acumulación de basura es tal que las veredas quedan intransitables y respirar se hace casi insoportable. De ello, los únicos culpables son los comerciantes del lugar.

((Jill Barón Rodríguez - Estudiante VIII ciclo Periodismo))
((Expresión Nº 515 - Chiclayo, del 18 al 24 de mayo del 2007))
((Fotografías: Jill Barón))

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