lunes, noviembre 19, 2007

CASONAS LAMBAYECANAS: PATRIMONIO CULTURAL

Simplemente historia


El Plan Estratégico Provincial de Turismo de Lambayeque del 2006 al 2015 asegura que las casonas coloniales se encuentran en perfecto estado, pero ¿qué es de la Cúneo, cuyo balcón simplemente desapareció? o de ¿la Muga Romero que en el año 2004 se derrumbó?. Hasta hoy la realidad de estas casonas de épocas coloniales es cruelmente ignorada.


Lambayeque se jacta de ser “Cuna de la Libertad”, debido a que se originó allí el primer pronunciamiento de la independencia del Perú el 27 de diciembre de 1820. Además, sirvió de refugio para centenares de familias acaudaladas, que huyendo de la inundación que afectó Zaña en 1720, encontraron un suelo cálido donde vivir, construyendo espléndidas casonas dignas de familias magnánimas.

Hoy, la mitad de ellas, se han refaccionado con medios de sus propios dueños, pero la otra mitad, aquellas que son vivienda temporal o que pertenecen a familias sin los recursos suficientes como para restaurarlas, simplemente presentan el común denominador “mal estado de conservación”, descripción que en su mayoría se refiere a las escaleras, balcones, barandas, puertas, pisos; en suma, gran parte de la mansión colonial perdió su brillo y esplendor.

Importante Historia y única inversión
Quien configura un importante elemento de la arquitectura colonial, es la Casa Montjoy o de la Logia situada en la calle Dos de Mayo. Esta casa fue construida entre los años 1751 y 1754 por don Nicolás Jaramillo de la Colina. Su balcón de 64 metros, viene a ser el más largo entre las casonas de América Colonial y en su interior se conserva el único reloj solar existente en la provincia.

La casa de la Logia fue declarada Monumento Nacional el 16 de abril de 1963, llegó a tener treinta ambientes y reunió a precursores de la Independencia del Perú como Juan Manuel Iturregui, Pascual Saco Oliveros, José Leonardo Ortiz, entre otros.

Su fachada, sin ornamentación, contrasta con la riqueza de sus interiores, sus techos artesanales, pinturas murales y amplios ambientes. Su zaguán conduce a un amplio patio rodeado de escaleras y balcones, con un camino de carretas hacia el patio interior por el que pasaban las de los propietarios, características con la que cuenta toda casona colonial.

Fueron los descendientes de la familia Montjoy quienes la donaron a la Municipalidad, la que con ayuda de inversión extranjera puede realizar su restauración. Según consta en la memoria descriptiva realizada por el arquitecto Jorge Cosmópolis, en Febrero del 2005, la propuesta de restauración arquitectónica y adaptación a nuevo uso, abarcó los dos pisos de la casona destinada para albergar las áreas operativas de la institución municipal dedicada a las actividades culturales de la región.

Proyectos de Restauración
La Casa Montjoy es la única casona colonial que en un futuro será restaurada, podrá serlo gracias al Proyecto Especial Regional Plan Copesco, plan de desarrollo en función del turismo orientado a mejorar el nivel de vida de zonas que cuentan con un potencial turístico. Éste se encarga de la planificación y ejecución de inversiones en materia de infraestructura turística.

El Expediente técnico lo realizará el Arq. Jorge Cosmópolis, Plan Copesco y el Instituto Nacional de Cultura se encargarán de aprobar tal expediente cuya elaboración esta primera entidad ya ha financiado otorgando 30 mil nuevos soles, dinero que se verá dispuesto en los estudios necesarios.

Una vez realizados dichos estudios y el expediente técnico, Copesco financiará la Ejecución de la obra y puesta en valor de la Casa Montjoy, como también la Capilla San Francisco. Para la primera el presupuesto será de 401.012 nuevos soles y para la capilla se contará con 327.769 nuevos soles.

La opulencia quedó en el pasado
Quien sigue en importancia y solemnidad es la Casa Cúneo, en la actualidad propiedad de la familia Seclén. Se dice que fue una de las más fastuosas residencias de los siglos XVIII y XIX, cuya belleza y riqueza arquitectónica del pasado, hoy se manifiesta a través de su portada tan singular o en lo artístico de sus enrejados de ventanas las cuales presentan un trabajo de filigrana en fierro forjado haciendo, en su tiempo, composición con el balcón del mismo estilo, balcón que desapareció por culpa de actos de bandolerismo.

Penosamente, décadas de desidia han llevado a esta casona al estado de abandono en el que se encuentra, por dentro está igual o peor que por fuera, el acceso a la casona es por el portón desde la calle 8 de Octubre atravesando un zaguán que remata en arco rebajado y que comunica con el patio principal.

Los muros sufren de agrietamiento y algunos se han desplomado, los techos se encuentran a punto de colapsar debido a los fenómenos pluviales ocurridos años atrás, las puertas necesitan de mantenimiento y las ventanas muestran problemas de corrosión y pérdida de elementos de fierro, el inmueble en su totalidad presenta gravísimos problemas de humedad y salinidad.

A todos estos problemas se suma el hecho de que el patio se ha convertido en un corral de aves, llevando al deterioro a importante patrimonio histórico que hoy se encuentra en condiciones de inhabitabilidad, pero que aún así es habitado.

La propuesta de restauración arquitectónica, que abarca los dos niveles de la casona, se llevó a cado en el 2005, destinando la propiedad para albergar los aposentos de los dueños y el uso comercial como hospedaje de turistas o estudiantes universitarios; sin embargo hasta la fecha no hay indicios de alguna restauración, a pesar de que la Municipalidad pretende iniciar su puesta en valor y convertir la casa Cúneo en un albergue turístico para la cual es necesario más de medio millón de soles.

Ejemplo de restauración privada
Al frente de la casa Cunero se ubica la casona de la Coleta o Descalzi, declarada Monumento Histórico el 12 de enero de 1989, siendo claro ejemplo de cómo una construcción de 1789 puede continuar siendo útil y vigente manteniendo su estilo sin alteraciones y ocupando los espacios modernamente, tan sólo con inversión privada.

El ambiente mas importante de la casa sigue siendo el gran salón, hoy usado como sala-comedor por los actuales ocupantes. Tiene un techo artesonado de madera con vigas cuadradas y ménsulas talladas con motivos zoomorfos, muy común en este tipo de casonas.

Es la familia propietaria, la Sayán Marchand herederos de los Descalzi, quienes conservan la mansión colonial en casi perfecto estado con su propio dinero, debido a que ni la municipalidad, ni los órganos competentes, invierten en obras de restauración en propiedades privadas, a pesar de ser patrimonio histórico.

Sin embargo, los propietarios que quisieran realizar algún tipo de restauración en su propiedad, se encuentran con más de un inconveniente, a parte del dinero que tendrían que invertir, están los proyectos que tienen que presentar al Instituto Nacional de Cultura, los cuales requieren de la contratación de especialistas que en la mayoría de casos cobran excesivos salarios.

Nada ajena a la realidad
Por otro lado, son los murales pintados en el patio interior de la Casona Varías los que revelan la presencia de las famosas tapadas en el Lambayeque colonial, los que actualmente fueron tapados con yeso para su preservación. Además como indicio de su presencia está hasta hoy el pequeño balcón que constituye un reducido enlace con el exterior. Sin embargo, la casa ubicada en la esquina de 8 de Octubre y Bolognesi, y que en su época se extendía por casi toda una manzana, no está ajena al deterioro que producen los años sobre sus paredes de adobe, sus techos y pisos de madera y sus estrechas escaleras ahora obsoletas.

Caso extremo
Un caso extremo del deterioro y dejadez de las autoridades y de los propietarios la representan las casonas Muga Romero, derrumbada en el 2004, y la Rivadeneyra, a punto de alcanzar el mismo final.

La primera fue construida en 1851 en la ramada de Santa Lucía en la calle 8 de Octubre, declarada Monumento Nacional en 1989. Desde 1952 hasta el 2002 albergó al Colegio de Educación Primaria de Varones “Alejandro B. Valiente Nº 227”, conocido como el “Cuevita” en honor a su representativo director Antonio Cueva Velarde. De lo que fue una muestra de la arquitectura republicana hoy solo queda su umbral y portón.

La segunda se ubica en la calle Bolognesi y su estado es el más deplorable de todos. Su majestuosidad quedó en la historia, hoy su portón está a punto de caer y los metales de sus ventanas desaparecieron, su color se esfumó y la basura hizo de esta casona su hogar.

Son muchas las casonas de tiempos coloniales y republicanos que han sobrevivido al tiempo y clima y que hoy están a punto de derrumbarse, con fachadas que se inclinan centímetro a centímetro con el tiempo y las lluvias, constituyendo un peligro inminente para los transeúntes y para sus mismos inquilinos. Algunas gozan de la inversión extranjera y de los cuidados que se merecen por considerarse patrimonio cultural, otras que también lo son, terminan sus días en la miseria y el olvido.


((Jill Barón Rodríguez - Estudiante IX ciclo Periodismo))
((Expresión Nº 524 - Chiclayo, del 20 al 26 de julio del 2007))
((Fotografías: Jill Barón))

11 comentarios:

  1. FELICITO LA LABOR DE ESTE ESTUDIANTE, MÁS NO SEA SÓLO POR CUMPLIR CON UNA ASIGNATURA; LO ANIMO A CONTINUAR EN LA NOBLE TAREA DE ACOMPAÑARNOS EN EL CONOCIMIENTO DE NUESTRA HISTORIA, DE IMPORTANCIA VITAL PARA LOS LAMBAYECANOS.

    LE FELICITO NUEVAMENTE

    EBER BELTRÁN GARCÍA

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  2. Apreciada Jill:

    Muy interesante tu página, que encontré en mi búsqueda de la genealogía de los Descalzi, tras 7 dedicado a ello.

    Respecto a lo señalado en la descripción de la casa Descalzi cabría lo siguiente:

    No encuentro de modo alguno que los Sayán Marchand sean herederos de los Descalzi y me encantaría pudieras hcerme llegar las referencias o la información fuente, si fueras tan amable, para así poder corregir la información que llevo (adescalzi en g mail).

    También, por lo que se, la inscripción "1879" grabada en la puerta, indica el año de restauración de la casona, más no el de su construcción. Me agradaría mucho pudieras confirmar la información, por favor.

    Además, la casona tenía dos ingresos: uno por la calle Junín y otro a la espalda, por 8 de Octubre. Si pudieras tomar alguna vista de la otra puerta de ingreso sería interesante e ilustrativo para los lectores y/o turistas interesados.

    Saludos.

    PD: Si me autorizas, incluiré el link de tu página dentro de las mías.

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  3. Yo fui estudiante en el colegio Alejandro B. Valiente y al ver el deplorable estado en que se encuentra mi ex centro educativo no he podido evitar derramar lagrimas de impotencia y dolor por la que fue mi segunda casa durante los cinco años en que curse mi educacion primaria. Ojala nuestras actuales autoridades hagan algo.

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  4. Me apena realmente ver como la historia de mi tierra natal se cae a pedazos. ¿Dónde está la municipalidad? ¿El famoso PATRONATO que solo lloró por la casa Montjoy, ya que vende? ¿Y el ministerio de Cultura? Solo la inversión privada logró rescatar a la Casa Descalzi, la casa Cúneo se derrumbó en medio de la indiferencia. Lo único que se podría pedir es la reconstrucción de las casas con fines de turismo. En 8 de octubre aún se mantiene en pie un antiguo edificio que funcionó como un colegio, pero sus ocupantes no han sabido mantenerla y el Municipio tampoco se presta. Autoridades incompetentes y gente que ya no valora lo que nos legó Lambayeque.

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    1. Hola, Consuelo. Dada tu evidente molestia, te invito a participar y a difundir la Vigilia por las casonas de Lambayeque que estamos organizando el sàbado 26 de este mes. El evento está en facebook. Saludos,
      Romina Gatti

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    2. Me llamo Percy Alejandro Valiente y soy el nieto del Sr. Alejandro B. Valiente el que fue uno de los directores del Escuela de Educación Primaria de Varones “Alejandro B. Valiente” Nº 227. Cuando visité el colegio hace 20 años me contaron que habían hurtado el retrato de mi abuelo. Yo tengo en mi poder otro retrato que quisiera donar al colegio. Me podría ayudar a que esto sea entregado. Se lo agradeceré. Estaré visitando Lambayeque el miércoles 30 de agosto, 2017. Sería tremendo si me podría encontrar con Ud. Si es que Ud. vive allí. De lo contrario me podría poner en contacto con alguien? Mil gracias

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  5. Hola Amapola. Me llamo Romina Gatti. Mis padres compraron la casa Muga y la reconstruyeron. Estamos muy preocupados por el estado del centro histórico y por eso, junto con otras personas, estamos organizando una Vigilia por el centro histórico de Lambayeque el 26 de marzo. Ojalá pudieras unirte. Puedes encontrar el evento pùbli en facebook. Saludos.

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    1. Me llamo Percy Alejandro Valiente y soy el nieto del Sr. Alejandro B. Valiente el que fue uno de los directores del Escuela de Educación Primaria de Varones “Alejandro B. Valiente” Nº 227. Cuando visité el colegio hace 20 años me contaron que habían hurtado el retrato de mi abuelo. Yo tengo en mi poder otro retrato que quisiera donar al colegio. Me podría ayudar a que esto sea entregado. Se lo agradeceré. Estaré visitando Lambayeque el miércoles 30 de agosto, 2017. Sería tremendo si me podría encontrar con Ud. Si es que Ud. vive allí. De lo contrario me podría poner en contacto con alguien? Mil gracias

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  6. Interesante leer tu investigación. Me apellido Muga y me da mucha tristeza ver lo que le pasó a la Casona Muga Romero, no podemos perder nuestra historia y menos que quede olvidada en el tiempo.

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  7. Por un mínimo de consideración debería actualizar su "Caso Extremo" que desde el año 2010 se terminó de reconstruir. La demora fue responsabilidad del Estado, con sus marchas y contramarcas. Usted, quizás sin proponérselo, denigra el centro histórico de la ciudad de Lambayeque y de paso ofende a quienes hemos reconstruido ese monumento.

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  8. Buenas noches alguien se acuerda del colegio Gonzales Prada o colegio de la quinina

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¿Me dices qué piensas?