miércoles, abril 02, 2008

BIG GIRLS DON'T CRY

Y lloro... por 'gusto'



Big girls don’t cry... canta una famosa y exuberante mujer. Soy “big”, soy “girl” y SÍ, lloro, y mucho, derramo decenas de centímetros cúbicos de sustancia salina en cualquier lugar, en cualquier momento, a cualquier hora y delante de cualquier persona.

Nunca me he cohibido al llorar, he llorado delante de mis padres cuando era apenas una cría o delante de mi abuela cuando la despedía y de paso en medio de centenares de personas que pueden abarrotar un aeropuerto. He llorado delante de mis tías –maternas- cuando me he caído o delante de mis primos –maternos- cuando ellos han caído. He llorado con mis hermanos cuando me han lastimado o cuando he sido yo la que los ha herido.

He llorado con y delante de amigos al sufrir distancias, separaciones o melancolías. He llorado delante de centenares de doctores, enfermeras, técnicos, paramédicos y hasta bomberos. He llorado delante de todos los presentes en los velorios (sea mi familia o la de alguien cercano a mí). He llorado en frente de 37 personitas que me otorgaron –sin ellas saberlo- el mejor regalo en medio de una clase, tal vez algún día les cuente a ustedes de qué se trata y a ellas recordarles qué fue.

Cuando tenía ocho años era costumbre escuchar de boca de mi madre “no llores tanto que las lágrimas se te acabarán” mientras me arrullaba en sus brazos acompañándome en el llanto. Fue en ese tiempo –y hasta que tuve 15- que el llorar se volvió una adicción, una cotidianidad, algo tan habitual que no podía parar. Aunque en ese entonces lloraba de dolor, de verdadero e inaguantable dolor físico. Otra historia que tal vez algún día me anime a plasmar en papel.

He llorado de noche y de día, despierta y en sueños, consciente e inconsciente, por tristeza y por dolor. Y también he llorado por ellos… por lo que yo creía “amor”. Siendo éstas las únicas ocasiones en las que nadie me ha visto... he llorado en mi soledad.

Hoy, algo que verdaderamente me descontrola es cuando me siento enojada, decepcionada o simplemente impotente y las lágrimas bañan mis abultadas mejillas. Me repito una y otra vez: No llores, resiste, no llores. Pero la voz se me quiebra y algún lagrimeo me traiciona. Atribuyéndole a alguna basurita el evidente estado ‘lacrimógeno’ de mis ojos. También me desespero cuando las lágrimas amenazan mis pupilas, el corazón se me estruja e ignoro la razón.

Los psicólogos dicen que llorar es bueno, que desfogar la cólera, culpa, tristeza, impotencia, decepción, y demás sensaciones a través de las lágrimas es la mejor terapia. Yo, la llorona número tres de mi familia –la uno es mi abuela, la dos mi madre-, rompió con ésta terapia que por años me acompañó. El 11 de diciembre pasará al recuerdo como el día que no lloré siendo el momento en el que más debí hacerlo. En algún nuevo post relataré la situación de tensión, temor y responsabilidad en la que debí llorar “como Magdalena” pero me contuve “como un muerto”.

Cada vez que escucho la ya saturada “Big girl don’t cry” me río… me río de mí, de todas las lágrimas que derramé en los veintidós años de vida y por todas las lágrimas que derramaré en los que me restan. Me río por haberme quedado dormida llorando alguna vez –o veces-, me río de las situaciones tan fofas en las que lloriqueé, de los momentos tensos y llenos de dolor en los que gimoteé y de las personas, acertadas o no, por las que derramé 1000 centímetros cúbicos de saladas lágrimas. Y continuaré llorando y continuaré riéndome por eso. Aunque todos lo vean o aunque nadie lo sepa.

“Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos. Julio Cortazar”


Y si soñar no hace mal ni cuesta nada. Pues llorar tampoco.
A seguir llorando se ha dicho... Seamos hombres, mujeres o ambas cosas a la vez. ¿O es que aún quedan tabúes?

viernes, febrero 29, 2008

RECUERDO A SANDY

Hace X cantidad de meses -me hace bien olvidarlo- una parte de la familia dejó de existir. Y yo me pregunté ¿Cuántas vidas -humanas o no- podrá cobrar el cáncer?. Sí! Sandy no era humana, era una perrita sin raza determinada -coloquialmente conocida como "chusca"- pero con una personalidad canina muy bien marcada. Su corazón dejó de latir una tarde y su cuerpo yace en mi jardín. A varios metros de mí. Y el día de su entierro esto es lo que escribí, mientras la pena hacía hoyos en mi corazón y las lágrimas surcaban mis mejillas:


"Sandy, más conocida como Sandía, sí como la fruta, también era llamada Sandy del Perú, o Sandía del Perú, tenía muchos nombres y a su vez muchos lugares: un corazón que la amaba y amará como a una hija, otro que la atesorará como a un cuarto retoño, tres que la recordarán como a la hermana pequeña y consentida, un sexto corazón que ella consideraba su “muso inspirador” y centenares más que la conocieron y automáticamente la hicieron su amiga. Mi amiga querida, la que hace tantos años nos acompaña y seguirá haciéndolo, tal vez no estará allí para “pedir” un chicle o para gruñir a Dalma, tal vez no saltará dentro de un carro para salir a pasear o aparecerá meneando la cola al primer sonido de ollas y sartenes, tal vez no se deslizará debajo de las camas en busca de calor y comodidad o permanecerá atenta a nuestras conversaciones, tal vez mis pies no la encontrarán debajo de la mesa, ni sus patitas rascarán mi puerta a medianoche, nada de esto volverá a pasar... pero ella... la elegante y “burguesa” Sandy... siempre invadirá mi recuerdo, llegará a mi memoria y hará feliz mi corazón"

Hoy, como todos los días desde aquel X, invadió mi recuerdo, llegó a mi memoria y sin duda hizo feliz, muy feliz, mi corazón...



:: TE AMAMOS SANDY :: EN VERDAD NOS HACES FALTA ::


Con su collar de perlas, ella siempre chic

): Linda nuestra gordita :(

Una semana antes de dejarnos


domingo, enero 20, 2008

VÉRTIGO

Miedo me da...



Desde chica sufro, sufrí y sufriré de alguna fobia, por no decir "algunaS fobiaS". Hace un par de meses descubrí un blog muy interesante. "El Club de lo Insólito" de David Hidalgo. En una entrega suya habló sobre cuáles son las fobias más raras. Luego de armar mi propia lista -lo más resumido posible- de las mías, en verdad me sorprendí, son muchos los miedos -por no decir terrores- que alteran mi pobre estabilidad desde que mi memoria me sirve, para lo que me conviene o no.

Con la ayuda de una página, proporcionada por el mismo blogger, pude hacer un recuento de mis fobias, para mí las más aterradoras, para otros las más absurdas:


Gefirofobia: Miedo a cruzar puentes. Cuando he tenido que cruzar uno -a pie- ha sido emanando líquido por todo poro de mi cuerpo y agarrando -y lastimando- fuerte a mi acompañante. Sea con amigos, pareja o familia, nunca podré cruzar un muelle. Las tablas muy separadas, las olas ondulando debajo mío y la posibilidad de que éste se desmorone con el trajín de cientos de personas -y del tiempo- me producen un terror inexplicable.

Ciclofobia: Miedo a montar bicicleta. Debo confesar que no sólo le tengo miedo a montar una bicicleta, sino a todo medio de transporte que funcione con dos ruedas. Motocicletas, patinetas, scooters y hasta patines son vistos de lejos por mí. Debo admitir, también, que alguna vez me subí a uno de estos, pero las experiencias no permitieron que disfrute de la adrenalina, todo lo contrario, puedo decir que ODIO éstos aparatos, aunque en mis más remotas fantasías y sueños yo desciendo de una motocicleta, una casaca de cuero cubre mi espalda y sonrío, pero cuando despierto lloro.

Esquelerofobia: Miedo a los ladrones. Tal vez muchos dirán “Todos tememos a los ladrones” pero el sentir una fobia es mucho más que un temor, el sólo hecho de imaginar que puedo ser asaltada me produce una agitación insólita. Debo ser afortunada al decir que nunca me han robado ni el celular -hurto muy común en mi círculo de amigos- y debo ser muy franca al rogar –implorar- a Dios que nunca lo hagan.

Hipsifobia, Acrofobia o Altofobia: Miedo a las alturas. Este es mi mayor fobia, es algo que muchas veces me saca de quicio. A pesar de que en más de una ocasión he querido superarla, me ha sido imposible. Son pocos los que entienden el terror que siento cuando debo bajar una escalera sin barandas o cuando debo caminar al margen de un abismo –una altura de 2 metros es considerada abismo para mí- y aprovecho también para agradecerles a quienes en más de una ocasión han prestado sus manos, brazos, hombros y hasta cinturas para “ayudarme” a transitar por el abismo con seguridad. Sola, mis piernas se paralizan y mi corazón se acelera. Tal vez otro medio que desencadena esta fobia es quedarme en una altura y no haber nadie quién pueda ayudarme a bajar.

Cremnofobia: Miedo a los precipicios. Claramente relacionado con el miedo a las alturas, tengo amigos que en alguna azotea se paran libremente al borde del techo y ven hacia abajo. Yo, nerviosa, acelerada y hasta mareada me pregunto: ¿Cómo puede la gente pararse al borde para ver hacia abajo?.

Catapedafobia: Miedo a saltar sean alturas bajas o altas. Esta es otra fobia relacionada con la Hipsifobia. Y como ya comenzamos con esta lista, es honesto confesar la “ridiculez más ridícula” –como diría una persona muy conocida- con la sangre en las mejillas. Aquí va: No puedo saltar ni de mi silla. He pasado tantas vergüenzas por culpa de esto. Es fácil reírse de una persona que le tiene miedo a bajar esas veredas súper altas que a veces existen en las calles, pero es tremendamente difícil si estás de mi lado. Hoy puedo bajar esas aceras y recordar, también, a quienes me ayudaron a hacerlo, cuando mi terror era aún más fuerte.

Tripanofobia: Miedo a las inyecciones. Hasta hoy puedo recordar las veces que algún músculo de mi cuerpo ha sido pinchado con alguna aguja. La primera fue a los 6 años, mi madre me hizo vacunar contra quién sabe qué, solo ella lo sabe, si es que lo recuerda. La segunda fue cuando me hicieron mi primera tomografía –y era necesario usar contraste para ella, como sabrán se inyecta un líquido especial- correría el año de 1997, o quizá 1998. La tercera vez fue para la segunda tomografía, también con contraste. La cuarta y quinta ocasión que una aguja visitó mi músculo fue para otra vacuna, esta vez por fuerza y obra de mi padre, estaba más grande –dieciocho- y lloraba más. La sexta llegó durante las ya conocidas Campañas de Vacunación, en mi facultad y ante un público de casi diez amigos. La sétima ocurrió para la tercera tomografía, bajo el mismo sistema de las otras dos. El octavo, noveno y décimo inyectable fue por culpa de una infección en la garganta que las pastillas no pudieron curar. Y así fueron diez las más odiadas experiencias en mi vida. Casi provocaron que mi corazón saliera –acelerado- por mi boca. Casi, el hueso de la mano de quien apretaba con toda la fuerza de mi dolor terminó roto y casi se secaron mis lágrimas. Aunque es bueno que sepan que además de los inyectables odio las agujas que penetran mi brazo, aquellas emulaciones de vampiros que desean extraer la más grande cantidad de mi sangre. Extracciones que me acompañan cada mes desde hace 13 años. Debido a una alteración inmunológica que podría ser dueña de otro post y de otra fobia.

Hodofobia: Miedo al viaje en carretera. Olvidando las agujas, que de sólo recordarlas me dan náuseas, confieso que ODIO los viajes en carro, bus o camión, como quieran llamarlo. Cuando viajo por ruta, no puedo dormir si es de noche y no puedo estar tranquila si es de día. El pensar que otro auto puede provocar un vuelco del mío o que en medio de la noche puedo ser asaltada provoca en mí una tensión insoportable que no me deja permanecer 100% tranquila así viaje sola o acompañada, con familia o amigos.

Ligofobia, Acluofobia, Escotofobia o Mictofobia: Miedo a la oscuridad. Las alturas son el “primer gran odioso miedo”, la oscuridad el segundo. Cuando hay apagones, ese corte brusco de luz, que sume mi alrededor en una oscuridad completa puede provocar mi muerte. Han sido dos las ocasiones en las que he entrado en una especie de ataque nervioso o de pánico, que recordar me hace mal. Sólo pido -desde aquí- que nunca, nunca me apaguen la luz de golpe y si esto sucede por casualidad acudan a mi ayuda. En casa cuando hay apagones lo primero que hacen, no es prender una vela o sacar una linterna, sino es gritar “Jill ¿dónde estas?. Ya voy”

Vaquinofobia: Miedo a las vacunas. Relaté algo –mucho- sobre esto en mi miedo a las inyecciones, si éstas no fueran inyectables “santo remedio”.

Agorafobia, Demofobia o Enetofobia: Miedo a las multitudes. Es raro cuando lo cuento, es raro cuando lo escuchan y es, aún más, raro cuando me sucede. Es cierto que en una discoteca o en un concierto al que alguna vez fui, hubo multitudes, pero siempre –en el segundo caso- han sido multitudes ordenas, sean con asientos para sentarse o con asientos en donde pararse, nunca multitudes apiñadas una muy junto a la otra. En el primer caso –el de las discotecas- bailo muy cerca de la puerta o muy al borde de la pista de baile, tiene que haber mucho espacio o de lo contrario me voy, nunca me meteré al centro de un gentío. Esta falta de aire, acaloración, falta de estabilidad, mareo y hasta mal carácter me sucede no sólo en discotecas apiñadas o en conciertos masivos a lo Brahma Tour o Grupo 5. También me sucede en supermercados abarrotados de gente o en centros comerciales donde las multitudes se mueven hacia mí o conmigo. Por eso, festividades, feriados y fines de semana evito estos lugares.




A veces quisiera ser una especie de Juan sin miedo, versión femenina. Muchas de las personas con las que comparto mi tiempo, mi vida y mis sentimientos en contadas ocasiones -por no decir en innumerables ocasiones- se burlan o quejan de mi "cobardía" o "mariconada". Lo que muchos no entienden es que temerle a algo, sea un dominante mamífero o una insignificante inyección, es en verdad preocupante, estresante, doloroso y hasta vergonzoso.

Lo que un fóbico siente al enfrentarse a su miedo es algo que no debe ser motivo de burla o que no debe usarse para decir estúpidas frases tales como “Es una simple escalera, ¡baja! No hagas drama” o “No te voy a ayudar a pasar el puente, tienes que enfrentar tu miedo” Ok. Sé que tengo que enfrentarlos, sé que tengo que pasar el obstáculo y salir victoriosa. Pero, ¿qué puedo hacer cuándo al enfrentarme, sudo, me mareo, se acelera el corazón, el aire me es escaso, la tensión me paraliza y hasta me dan ganas de vomitar?

Creo que algún día podré enfrentarme a estos miedos tontos, para muchos, increíblemente dolorosos para mí. Pero, he decidido que hoy no será.

martes, noviembre 20, 2007

Taller de periodismo turístico

NO SOLO VIAJE Y EXCURSIÓN



El reconocido periodista Roberto Ochoa Berreteaga desarrolló el taller de periodismo turístico, evento organizado por la Red de Prensa Cultural y Turística - “Prensa Cultur”, abocada a brindar capacitación y orientación a los futuros periodistas, así como a aquellos que hace varios años informan y educan a la población lambayecana.


El Taller de Periodismo Turístico se desarrolló en el auditorio del Instituto Cultural Peruano Norteamericano, en donde, además de tan importante ponente, se hicieron presentes Carlos Mendoza Canto, Director del Instituto Nacional de Cultura de Lambayeque; y, el Ing. Edgar Dante Saavedra, Director Regional de Comercio Exterior y Turismo.

Según el Vicepresidente de la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo (FIJET), Miguel Ángel García Brera, “hoy el periodismo turístico o la comunicación especializada en ese terreno, necesita de profesionales bien adiestrados y no de principiantes o aficionados”

Así lo reafirma Roberto Ochoa, sosteniendo que es necesario recorrer el Perú, así como sus caminos, redes de pistas, senderos, parajes, conocer su historia, su arqueología y demás ciencias afines para luego poder difundir la grandeza de nuestra nación.

Dos fechas, una razón
De igual manera, según Ochoa Berreteaga, “se pueden identificar dos fechas fundamentales para el periodismo turístico. La primera se plasma en el reportaje al hallazgo de Machu Picchu, publicado en 1912 en la revista National Geographic Society, escrito por Hiran Bingham, considerándose la primera noticia en la historia del periodismo que se complementó con fotografías, ilustraciones, recuadros e infografías”.

La segunda fecha se plasmó en la misma revista, setenta y cinco años después de la primera, en 1987, contándose al mundo el fantástico hallazgo de las Tumbas Reales del Señor de Sipán.

Para Roberto Ochoa es necesario recalcar el hecho de que tales descubrimientos y publicaciones permitieron al Perú figurar como destino turístico y permitir a su vez la creación del “Circuito Turístico Nor-Oriental”.

Como él mismo lo demostrara, con cada historia y anécdota, el periodista que se desarrolle en el ámbito turístico deberá no sólo licenciarse como periodista o comunicador social, sino además “evoluciona en investigadores expertos en temas históricos, arqueológicos, antropológicos, ecológicos, etnológicos y demás”, expresa Ochoa.

Prensa vs. Televisión
Según el periodista capitalino, muchas publicaciones en el Perú se especializan por difundir no sólo los atractivos turísticos, los recursos propios de cada sector, sino también de defender el Patrimonio Cultural, el Medio Ambiente, denunciar el tráfico de piezas arqueológicas. Claro ejemplo de ello lo representan las revistas “Rumbos” o “Perú Explorer”, así como publicaciones como “Viajero” y “Bienvenido”, con el mismo espíritu destinado a cumplir con las principales funciones del periodismo, entretener, informar, orientar y educar.

Algo contrario sucede en la televisión, por lo que Ochoa señala que “son pocos los medios de comunicación televisivo que se meterán a hacer denuncias ecológicas, y si lo hacen se verán limitados en innumerables sectores, pues a la mayoría los auspician empresas poderosas, relacionadas con este sector”.

Yale y nuestras piezas
Otro tema de importancia que Roberto Ochoa trató, es la ya conocida devolución, por parte de la Universidad de Yale, de más de cuatro mil piezas de cerámica, piedra y fragmentos óseos que Perú prestó a ésta universidad en 1916 por un periodo de 18 meses.

En un principio, a Yale se le garantizó el acceso a gran parte de las piezas de la colección para investigación, hoy, muchas piezas continuarán en manos de la universidad para su cuidado y mantenimiento.

Según Ochoa, “es muy trabajoso cuidar y mantener en perfecto estado más de mil piezas. Muchos de los museos, así como exponen en su gran mayoría piezas ‘bambas’, puesto que las originales son ‘para no exponer’, no se dan abasto con lo que ya tienen”.

Por su parte, el Director Regional de Comercio Exterior y Turismo, Edgar Dante, se manifestó ante el tema afirmando que “es fundamental informar al pueblo dónde se hizo algún hallazgo arqueológico, cómo se hizo, en qué consiste y responderles demás interrogantes, debido a que el Patrimonio no pertenece a las autoridades o a los descubridores, sino a toda la nación”.

“Al momento de ejercer el periodismo turístico, no sólo hay que tener en cuenta el clima, el destino paradisíaco, las actividades turísticas o los deportes extremos, sino también la historia, las costumbres, las creencias y demás ingredientes que nos conviertan en verdaderos investigadores”, señala Ochoa Berreteaga.

Al termino del evento, fue el Director Regional de Comercio Exterior y Turismo, quien dio por clausurado el taller, precisando que “para todos aquellos periodistas que empiezan y continúan, es necesario que realicen un periodismo serio y responsable con la visión de decir más que la verdad”.



((Jill Barón Rodríguez - Estudiante IX ciclo Periodismo))

((Expresión Nº 534 - Chiclayo, del 6 al 12 de octubre del 2007))

((Fotografías: Agradecimiento a Wilmer Velásquez))


CONVENIO DE COOPERACIÓN INTERINSTITUCIONAL

No más informalidad

Las micro y pequeñas empresas (MYPE) representan el 98.3 por ciento del universo empresarial en el Perú, pero actualmente el 75 por ciento de éste total son empresas informales.


Con la objetivo de ponerle punto final a la informalidad empresarial y de incrementar la cantidad de microempresarios, la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo, la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque y el Colegio de Notarios de Lambayeque firmaron el Convenio de Cooperación Interinstitucional que beneficiará a cientos de futuros empresarios.

Siendo los firmantes, Rafael Pantoja Barboza, Gerente de la Zona Registral Nº II – Sede Chiclayo; Dr. Jorge Rojas Córdova, Director Regional de Trabajo y Promoción del Empleo; Ing. Otto Zoeger Navarro, Presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque; Dr. Julio Fernández Bartolomé, Jefe de la Zona Registral Nº II – Sede Chiclayo; y, el Dr. Jaime Cárdenas Fonseca, Decano del Colegio de Notarios de Lambayeque.

Desde hoy, los innumerables trámites y los largos días que se requerían para constituir una empresa quedaron en el pasado, pues “uno de los ejes que contribuyen a generar empleo es la constitución de micro y pequeñas empresas formalizadas, por esto ya no más trabas ni papeleos”, asegura Julio Fernández, Jefe de la Zona Registral Nº II, SUNARP.

De igual manera, los costos reducirán. “Para evitar la informalidad de los empresarios, se beneficiará a los mismos con tarifas más cómodas y accesibles. Por los altos precios es porque la gente prefiere la informalidad”, expresa Jaime Cárdenas, Decano del Colegio de Notarios de Lambayeque.

En una sola ventanilla
Los beneficios que produce este convenio se verán plasmados en la agilización de los trámites que se requieren para constituir una empresa, así como la formalización de aquellas empresas informales, la cual podrá serlo en menos de veinticuatro horas, para lo que se ha implementado una “ventanilla única”, donde las personas podrán realizar los trámites de formalización registral, tributaria y laboral en un sólo lugar, ahorrando dinero y tiempo.

Para esto, la Cámara de Comercio ha establecido alianzas estratégicas con la Superintendencia de los Registros Públicos (SUNARP), la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), el Servicio de Administración Tributaria de Chiclayo y Notarios para facilitar la constitución de las empresas.

El servicio incluye, búsqueda del nombre de la empresa en los Registros Públicos, elaboración de minuta y escrituras, inscripción en SUNARP, obtención de RUC y licencia de funcionamiento, inscripción como microempresa, gastos de notario, contador y abogado, así como trámites y asesoramiento. De igual manera, en esta ventanilla ayudarán a formalizar las empresas de manera fácil, ágil y sencilla con tarifas reducidas y en el menor tiempo posible, identificando el tipo de empresa que más convenga al interesado.

En menos de 24 horas
Otro de los beneficios que aporta esta alianza y nuevo sistema, es la agilización de los trámites, como prueba constó la entrega de la documentación necesaria a la Sociedad Anónima Cerrada, “Compu City”, para ser considerada desde la fecha, una empresa constituida legalmente, trámite que demoró menos de 24 horas, ejemplo de la rapidez con la que se actuará de ahora en adelante.

Ventajas de la formalidad
Aquellas empresas formales gozan de mayores beneficios cuando se compite con las informales. Una empresa formal tiene mayor aceptación y genera más confianza, puede hacer uso del crédito fiscal, si desea podría participar en las compras del Estado, tiene mayores probabilidades de acceder a nuevos mercados, de igual manera, mediante la publicidad puede llegar a más clientes.

También puede acceder al sistema financiero, así como gozar de beneficios sociales, como el seguro de salud, y cumple con el pago de tributos, por tanto aporta al desarrollo del país y tiene derecho a beneficiarse del apoyo estatal para mejorar su situación.

Desventajas de los informales
A una empresa informal, los consumidores la ven con desconfianza y saben que existe riesgo al confiar en ella; de igual manera, una empresa informal no goza de ningún beneficio tributario, no puede promocionarse abiertamente sin riesgo, no puede expandirse más allá de su mercado zonal, ni existe para el sistema financiero.

Asimismo, su situación la incapacita para contratar con el Estado, siendo éste un agente con gran capacidad de demandar sus productos o servicios. Este tipo de empresas sólo vive el “día a día”, en caso de que ocurra eventualidades, tanto el dueño como sus trabajadores y sus familias están desprotegidos, poniéndose en riesgo el patrimonio de la misma empresa.

Las empresas informales se benefician de la sociedad, pero no dejan nada a cambio, careciendo de apoyo estatal.

La finalidad de este convenio de cooperación interinstitucional va más allá de conseguir incrementar el número de micro y pequeñas empresas de la región, se pretende participar como aliados estratégicos para la formalización de micro o pequeñas empresas informales, objetivo que se proyecta cumplir en el menor tiempo posible, confiando que la ciudadanía tome consciencia y se dé cuenta que las ventajas de formalizar su empresa son mayores que las de los informales.



((Jill Barón Rodríguez - Estudiante IX ciclo Periodismo))
((Expresión Nº 532 - Chiclayo, del 21 al 27 de setiembre del 2007))
((Fotografías: Jill Barón))

MATRIMONIO Y DIVORCIO

¿Hasta que la muerte los separe?


El vestido soñado o, en último momento, cualquiera para salir del paso, elegir testigos y aros, meses o días de preparativos, cientos o miles de inversión, sueños y promesas para el futuro, pero… ¿será en el dolor y la enfermedad hasta que la muerte los separe?.


En lo que va del mes de setiembre, veintiocho parejas han contraído nupcias en la Municipalidad de Chiclayo y, según antecedentes de meses pasados, el número se duplicará. En los cinco primeros meses de este año, 377 parejas unieron sus vidas mediante un lazo muy de moda, separable.

En el mismo tiempo, el 15% de estas parejas han disuelto su enlace a través del divorcio, alegando infinidad de causales para lograr su cometido: separarse del que hasta ese momento era, el amor de su vida.

El sueño del matrimonio
Cualquier ciudadano mayor de edad, que no adolezca de enfermedad crónica o contagiosa, conciente de la decisión tomada y en su sano juicio, puede casarse con otra persona de iguales características, aunque del sexo opuesto, contrario a lo que permiten las leyes de España, país en donde desde el 2005 parejas homosexuales pueden unirse en matrimonio, convirtiéndose en el tercer país en el mundo en legalizar tal acto, después de los Países Bajos, que lo legalizaron en el 2001; Bélgica que lo hizo en el 2003; siguiendo en el cuarto lugar Canadá, de igual manera en el 2005; y, Sudáfrica, en el 2006.

Según datos obtenidos de la Sub Gerencia de Registro Civil de la comuna provincial de Chiclayo, fue el año 1999 el que marca mayor incidencia de enlaces matrimoniales, contándose 871 uniones que se dieron, en la mayoría de casos, en forma ordinaria, es decir, durante horarios de oficina.

De igual manera, fue el año 2005 cuando se registró el menor número de enlaces, siendo 595 el total, entre matrimonios ordinarios y masivos, considerando de igual manera que en los últimos diez años más de 7 mil parejas han unido su vida a través del matrimonio civil, no olvidando a las parejas de hecho: los convivientes, quienes forman una familia como si estuvieran unidos legalmente, guardando las mismas ilusiones, pero desechando los derechos.

¿Cómo dar este paso?
Si al leer éstas líneas les inunda el anhelo de enlazarse matrimonialmente, deberán saber que el proceso es sencillo, mas no gratuito, según el artículo 248 del Código Civil, precisa que todo aquel que pretenda contraer matrimonio civil debe declararlo oralmente o por escrito al alcalde provincial o distrital del domicilio de cualquiera de los contrayentes. Este documento deberá ir acompañado de la copia certificada de las partidas de nacimiento, certificado médico, declaración jurada del domicilio, fotocopias -tanto del documento de identidad de los contrayentes como de los testigos- quienes deberán ser dos personas mayores de edad que conozcan a la pareja por lo menos desde tres años antes.

Como último paso, esperar el edicto matrimonial en el que se hace pública la decisión, aviso que se publicará tanto en la oficina de la municipalidad durante ocho dias, como, por única vez, en el periódico local; sirviendo este edicto para que todo aquel que tenga interés legítimo pueda oponerse a la celebración del matrimonio, siempre y cuando exista algún impedimento legal.

Esta oposición se formula por escrito ante cualquiera de los alcaldes que haya publicado los avisos, según lo define el artículo 253 del Código Civil.

Los centenares de parejas que deseen unirse en matrimonio pueden optar por hacerlo dentro del horario de oficina. En ambos casos, en las instalaciones de Registro Civil, en el domicilio de alguno de los contrayentes o parientes o, si se considera oportuno, en un lugar público, claro que el costo del primero con éste último se cuadriplicará.

La pesadilla del divorcio
La mayoría de parejas se une en matrimonio con el sueño de formar una familia, de compartir sus vidas juntos o de darle un hogar a un tercero en camino que se adelantó, lo cierto es que no todo tiene un final feliz. Así como las parejas se unen rápidamente en matrimonio, rompen fácilmente ese lazo, que muchos piensan, será inquebrantable.

En 1997 se dieron tan sólo 18 casos de divorcios, número que fue incrementándose con el pasar de los años, llegando a darse hasta 152 divorcios, esto en el año 2005. En el presente año, en los primeros cinco meses, se dieron 56 divorcios, siendo el mes de enero el que comprendió mayor cantidad de casos.

Según el Código Civil, en su artículo 333, son causales de separación, en primer lugar, el adulterio, seguido por la violencia física o psicológica que el juez apreciará según las circunstancias, el atentado contra la vida del cónyuge, la injuria grave que haga insoportable la vida en común, el abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años continuos o cuando la duración sumada de los períodos de abandono exceda a este plazo. Del mismo modo, la conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común, el uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de sustancias que puedan generar toxicomanía, la enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la celebración del matrimonio, así como la homosexualidad una vez contraído el matrimonio. Asimismo, la condena por delito doloso a pena privativa de la libertad mayor de dos años impuesta después de la celebración del matrimonio, es otra causa de separación, así como la imposibilidad de hacer vida en común debidamente probada en proceso judicial, o como bien se conoce “incompatibilidad de caracteres”.

Se puede considerar también, la separación de hecho de los cónyuges durante un periodo ininterrumpido de dos años. En este caso, sólo es necesario verificar el cese o ruptura de la vida en común y que la pareja ya no tenga voluntad de unirse. Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores de edad. Así como la separación convencional, después de transcurridos dos años de la celebración del matrimonio.

Tanto el adulterio, el atentado contra la vida del cónyuge, la homosexualidad luego de la unión y la condena por delito doloso a pena privativa de la libertad, caduca a los seis meses de conocida la causa por el ofendido y, en todo caso, a los cinco años de producida.

De igual manera, la violencia física o psicológica y la injuria grave caduca a los seis meses de producida, en los demás casos la acción está descubierta mientras los hechos que la motivan persistan.

Alimentos, tenencia, visitas…
Luego de disuelto el vínculo matrimonial, continúa un proceso que en la mayoría de casos daña psicológicamente a los hijos, principales víctimas de los ‘dimes y diretes’ de aquellos adultos en proceso de divorcio o de un juicio por alimentos o tenencia.

La Defensoría de la Mujer del Niño y del Adolescente – DEMUNA, de la Municipalidad Provincial de Chiclayo atiende diariamente a más de 40 madres que acuden a denunciar a sus ex parejas por Omisión a la Asistencia Familiar, tanto con juicio de alimentos, de tenencia y, en menor número, por régimen de visitas.

Como primer paso y por vía civil, se notifica de manera administrativa al cónyuge, intentándose conciliar entre ambas partes; luego, se procede a señalar una pensión que variará de acuerdo a la situación laboral del cónyuge, en caso ser dependiente tendrá que dar la mitad de su sueldo a la ex esposa o hasta el 20 por ciento a la conviviente; en caso ser trabajador independiente, el juez estipulará un monto acorde al ingreso mensual.

Aquellos padres que no cumplan con la pensión estipulada para sus menores hijos serán tratados a través de la vía penal, denunciándoseles por Omisión a la Asistencia Familiar. Llegando a casi un 80% los padres que no cumplen con lo acordado.

Según el artículo 342 del Código Civil, el juez señala en la sentencia de divorcio la pensión alimenticia que los padres o uno de ellos debe abonar a los hijos, así como la que el marido debe pagar a la mujer o viceversa.

Asimismo, el artículo 345 estipula que en caso de separación convencional o de separación de hecho, el juez fija el régimen concerniente al ejercicio de la patria potestad, los alimentos de los hijos y los de la mujer o el marido, en base a los intereses de los hijos menores de edad, de la familia o lo que ambos cónyuges acuerden. Terminando de esta manera en un acuerdo, tal como se originó al enlazarse y jurarse amor eterno, acuerdos que en la mayoría de ocasiones no se cumplen, olvidando así el juramente público que dos enamorados hicieron, el de amarse y respetarse “hasta que la muerte nos separe”…


((Jill Barón Rodríguez - Estudiante IX ciclo Periodismo))
((Expresión Nº 531 - Chiclayo, del 14 al 20 de setiembre del 2007))
((Fotografías: Internet))

COMERCIO AMBULATORIO

Problema de nunca acabar

El comercio ambulatorio se ha convertido en el principal causal de desorden en la ciudad de Chiclayo, miles de comerciantes informales expenden sus productos en veredas y pistas, mientras que cada vez son más los formales que expanden sus negocios, tomando las veredas y afectando el libre tránsito peatonal.


El desorden público, responde a años de comercio ambulatorio y sobretodo a falta de organización por parte de autoridades competentes que pongan mano dura, de una vez por todas, ante tales informalidades. Recordemos que es competencia de las municipalidades regular y controlar el comercio ambulatorio dentro de su jurisdicción, según lo dispone la Ley Orgánica de Municipalidades.

Sin embargo, la Municipalidad Provincial de Chiclayo no tiene un proyecto que cumpla con esta capacidad, a pesar de ello la situación parece cambiar, puesto que la Municipalidad promete tener listo en una semana, un proyecto que regulará el comercio ambulatorio en la provincia; esto, como respuesta al fallo del Tribunal Constitucional, en donde se establece que los municipios podrán prohibir el comercio ambulatorio en calles de sus jurisdicciones, siempre y cuando éste afecte la libertad de tránsito, el derecho de propiedad y la seguridad de los transeúntes y residentes de las zonas aledañas.

Asimismo, esta sentencia puede aplicarse también al negocio de vehículos y muebles en la vía pública, hecho que afecta evidentemente el libre tránsito de las personas y la tranquilidad de los vecinos de estas zonas.

Cabe señalar que esta opinión se emitió luego de un recurso de amparo planteado por un grupo de comerciantes ambulantes del distrito de José Luís Bustamante y Rivero, en Arequipa, quienes estuvieron en contra de la municipalidad distrital, que los desalojó del lugar donde laboraban. Ante esto, el Tribunal Constitucional declaró infundada la demanda de amparo.

Para que un puesto comercial ambulante sea prohibido debe cumplir con las circunstancias antes mencionadas; en Chiclayo, esto se cumple en un centenar de “puntos fuertes” para los comerciantes ambulantes, calles como José Balta, Arica, Manuel Pardo, o los alrededores del Vivero Municipal y del Asilo de Ancianos, son tomadas tanto por comerciantes informales, como por los mismos dueños de locales, que en vista de que su local les queda chico invaden las veredas y, en casos extremos, las pistas, interfiriendo la gran mayoría de estos comerciantes con el libre tránsito peatonal y hasta vehicular.

Alternativa, se les dio
“Nosotros les hemos propuesto reubicarse en el mercado José Balta, construido con este fin, pero ellos -los comerciantes- no quieren hacerlo (…) argumentan que en el mercado José Balta no tendrían la misma cantidad de ventas que tienen operando en las calles de los alrededores del Mercado Modelo” señala Francisco Chira, Sub Gerente de Promoción Empresarial y Defensa del Consumidor.

A pesar de la alternativa de solución que representa el mercado José Balta, son los mismos comerciantes los que, con un NO rotundo, responden a los intentos de reubicación del gobierno provincial.

“Nosotros damos de comer a nuestras familias con las ventas de cada día. Si aceptamos ser reubicados corremos el riesgo de que éstas ventas bajen”, argumenta un maduro vendedor de películas y música pirata de la avenida Arica; sin embargo, con esta actitud, sólo los comerciantes y sus clientes son los beneficiados, el resto de habitantes se ven mortificados con la aglomeración de peatones o de basura, la misma que al terminar la jornada laboral alcanza inmensos volúmenes en cada esquina de las calles aledañas al mercado Modelo y al Asilo de Ancianos.

Comisión especial
El 16 de enero del 2003, mediante resolución de alcaldía Nº 0876-2003, Arturo Castillo Chirinos, alcalde en ese entonces, dispuso la conformación de una Comisión Mixta que se encargaría de estudiar una posible reubicación de los comerciantes ambulantes de las inmediaciones del mercado Modelo, con el fin de buscar alternativas de solución al comercio informal.

Dicha comisión, integrada por representantes de la Municipalidad de Chiclayo y de los comerciantes, debió elaborar un informe técnico para dar así con alternativas de solución y lograr su reubicación; de eso han pasado más de cuatro años y las inmediaciones del mercado Modelo continúan atestadas de comerciantes, cuyos puestos abarcan, con el paso del tiempo, mayor espacio en veredas y pistas.
Proyecto de mercado
Según documento expedido al actual alcalde Roberto Torres Gonzáles, la Federación de Comerciantes Ambulantes de Lambayeque, a través de la Asociación de Comerciantes Minoristas “Sergio Choquehuanca Santos”, en el año 2006 adquirió un terreno de 25 mil metros cuadrados para albergar a un promedio de mil 55 comerciantes, como respuesta a las recomendaciones vertidas por la Comisión Multisectorial en agosto del 2004.

A cambio, solicitan se les conceda mantener la estabilidad laboral hasta que se trasladen al nuevo mercado, dejando sin efecto los desalojos realizados en los sectores Arica cuadra 6 y 7, conocidas como las cuadras de las flores.

Este nuevo mercado se habilitaría en el kilómetro tres de la carretera Chiclayo – Lambayeque, colindante con la Ciudad del Chofer, para lo que solicitaron el apoyo de la Municipalidad Provincial de Chiclayo para dotar de los servicios de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica a la zona. Además, la misma Asociación de Comerciantes contrató los servicios de un ingeniero para la elaboración del expediente técnico, que a mediados de noviembre debe ser entregado, con el fin de iniciar los trabajos de construcción de este centro de abastos.

Tiempo con lo mismo
Desde 1964, las calles aledañas al mercado Modelo han permanecido ocupadas por ambulantes, tal es el caso de la zona conocida como “La Paradita” en la calle Manuel Pardo; de igual manera, entre 1974 y 1980 se instalaron plataformas en las avenidas José Balta, Arica y Juan Cuglievan, así como las áreas destinadas al parque de vehículos.

Al pasar el tiempo se construyeron diversos mercados y galerías comerciales con el intento de ordenar el comercio o de reubicarse a los comerciantes ambulantes, pero todo esfuerzo fue en vano.

Según la Comisión Multisectorial, actualmente se suma un nuevo integrante a la “gran familia” de ambulantes, el comerciante golondrino, aquellos tricicleros que se trasladan con mayor libertad por todas las calles de la ciudad, molestando a la población con la bulla de sus megáfonos.

Áreas críticas
Son las calles adyacentes al mercado Modelo las que presentan mayor afluencia de comerciantes ambulantes, los que abarrotan las calles José Pardo, cuadra 1, 2 y 3; Nicolás Cuglievan entre las galerías A y B, por el lado de la “Cachina”, que desemboca a la calle Manuel Pardo. A su vez, en la calle Juan Cuglievan, entre las calles Manuel Pardo y José Pardo, se expenden alimentos a la intemperie como tubérculos, menestras, verduras, frutas, aves, pescado, carnes de pollo y rojas, sin ningún control para la salud. Otro riesgo para la población que en busca de productos económicos acuden a estos sectores.

Otras intersecciones atiborradas de comerciantes ambulantes son José Pardo y Alfonso Ugarte, cerca al Asilo de Ancianos, comerciantes bulliciosos que con megáfonos en mano y con cerros de basura, al terminar la jornada laboral, contaminan la tranquilidad de los adultos mayores y de la colectividad en general. La calle Juan Cuglievan, entre las calles Arica y Manuel Pardo, es otra zona donde el comercio ambulatorio representa un peligro latente, tanto para los mismos comerciantes como para las miles de personas que acuden en busca de productos de mayor valor, como calzado y vestimenta.

Esperando la solución
Según la Comisión Multisectorial, integrada en su mayoría por miembros del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, del Colegio de Arquitectos de Lambayeque y de la Cámara Peruana de la Construcción, en el año de su creación, 2004, la Municipalidad Provincial de Chiclayo se comprometía a apoyar a los comerciantes ambulantes dotando su terreno (el de la carretera Chiclayo-Lambayeque) de servicios de saneamiento básico y de vías de acceso en un plazo de 90 días; sin embargo, la Asociación de Comerciantes Ambulantes hasta ahora piden a la municipalidad se les dote de aquellos servicios.

De la misma manera, los comerciantes se comprometieron en adquirir el terreno en igual tiempo de plazo, siendo la verdadera fecha de adquisición el mes de febrero del 2006, dos años después de lo acordado; del mismo modo, su compromiso fue tramitar y conseguir fuentes de financiamiento para la construcción del futuro mercado y en facilitar la libre circulación vehicular de las calles aledañas al Mercado Modelo, estando muchas de ellas colapsadas con mercadería de propios y extraños, de informales y formales.

La precaria realidad de muchos comerciantes ambulantes y la necesidad de cubrir la canasta familiar, es el principal motivo para que estos no quieran ser reubicados, pero es más que evidente el peligro que acarrea invadir la vía pública, poniendo en riesgo la vida del propio comerciante, además de la de su familia, la cual muchas veces atiende en negocios vecinos, y sobre todo la vida de los más de 15 mil consumidores que diariamente visitan el mercado Modelo.

Es más, urge que la Municipalidad tome cartas en el asunto, cumpliendo con su responsabilidad de controlar el comercio ambulatorio, con el objetivo de salvaguardar el bienestar de la sociedad, que a diario expone su vida en tugurizaciones típicas de un mercado que no es ningún modelo.


((Jill Barón Rodríguez - Estudiante IX ciclo Periodismo))
((Expresión Nº 530 - Chiclayo, del 7 al 13 de setiembre del 2007))
((Fotografías: Jill Barón))