Hace X cantidad de meses -me hace bien olvidarlo- una parte de la familia dejó de existir. Y yo me pregunté ¿Cuántas vidas -humanas o no- podrá cobrar el cáncer?. Sí! Sandy no era humana, era una perrita sin raza determinada -coloquialmente conocida como "chusca"- pero con una personalidad canina muy bien marcada. Su corazón dejó de latir una tarde y su cuerpo yace en mi jardín. A varios metros de mí. Y el día de su entierro esto es lo que escribí, mientras la pena hacía hoyos en mi corazón y las lágrimas surcaban mis mejillas:
"Sandy, más conocida como Sandía, sí como la fruta, también era llamada Sandy del Perú, o Sandía del Perú, tenía muchos nombres y a su vez muchos lugares: un corazón que la amaba y amará como a una hija, otro que la atesorará como a un cuarto retoño, tres que la recordarán como a la hermana pequeña y consentida, un sexto corazón que ella consideraba su “muso inspirador” y centenares más que la conocieron y automáticamente la hicieron su amiga. Mi amiga querida, la que hace tantos años nos acompaña y seguirá haciéndolo, tal vez no estará allí para “pedir” un chicle o para gruñir a Dalma, tal vez no saltará dentro de un carro para salir a pasear o aparecerá meneando la cola al primer sonido de ollas y sartenes, tal vez no se deslizará debajo de las camas en busca de calor y comodidad o permanecerá atenta a nuestras conversaciones, tal vez mis pies no la encontrarán debajo de la mesa, ni sus patitas rascarán mi puerta a medianoche, nada de esto volverá a pasar... pero ella... la elegante y “burguesa” Sandy... siempre invadirá mi recuerdo, llegará a mi memoria y hará feliz mi corazón"
Hoy, como todos los días desde aquel X, invadió mi recuerdo, llegó a mi memoria y sin duda hizo feliz, muy feliz, mi corazón...
:: TE AMAMOS SANDY :: EN VERDAD NOS HACES FALTA ::
Con su collar de perlas, ella siempre chic
): Linda nuestra gordita :(
Una semana antes de dejarnos
Hola:
ResponderBorrarYo también tuve un perro, el cual dejó su condición canina para ser parte de la familia, mi Kayser, se fue en un momento en el cual a todos los chiquillos del barrio, incluido yo, que un de repente se nos habían crecido los pantalones, volvimos a ser niños en un momento de solidaridad para con él en su momento de agonía.
Con los mejores saludos desde Xalapa-Veracruz-México ,
Vidal ELÍAS