sábado, mayo 31, 2008

101 Manías y algo más...

DE POETAS Y LOCOS, TODOS TENEMOS UN POCO...



Hoy funjo de loca, afloro mi lado más quisquilloso y les relato, cual lista de supermercado, 101 manías mías, las más escandalosas, los amores más pasionales y las aversiones más confesables… lo demás, lo íntimo, se queda guardado en mi cajón bajo siete llaves, puesto que son siete las que adornan mi inutilizable llavero.

1. Comencemos por las llaves, nunca me ha gustado cargar con un llavero, solo lo he tenido de adorno en algún buró de mi cuarto, cuando el llavero yace en mi cartera o en el bolsillo me da pánico perderlo.

2. No contesto llamadas al celular de números desconocidos, excepto los de teléfonos públicos.

3. Puedo ir sola al cine, es más lo prefiero, pues nadie te habla, ni te pide que lo/a acompañes al baño, ni te pregunta por qué el protagonista se levanta de la silla, ni quiere agarrarte la mano, ni cruzarte el brazo ni mucho menos alguien querrá robarte un beso.

4. Me encantan las carteras, las colecciono, en especial las grandes, en donde entra de todo; pero me pasa algo raro al cargarlas: me incomoda.

5. Cuando un libro me gusta, busco toda la bibliografía del autor, leo los argumentos, compro el libro y, obviamente, lo leo.

6. Cuando se trata de un cantante o de alguna banda que descubro, busco toda su discografía, descargo su música y solo si todo el repertorio de un disco me ha llamado poderosamente la atención lo compro.

7. Cuando veo una película y esta me gusta, busco en ‘imdb.com’ el historial de sus protagonistas, y empieza una nueva búsqueda.

8. No soporto la parsimonia de las personas, me desespera.

9. No me gusta prestar libros, ni discos ni películas. Aunque me es muy difícil decir que no, desde hoy lo haré.

10. Odio el pavo, bastó ver cómo lo desplumaban y encontrarme con una pluma para decir: no, ante “suculento” plato de Nochebuena.

11. Detesto las verduras en guisos, es decir, cocidas.

12. Me da pánico ver mi reflejo en el espejo, cuando es de noche.

13. Me encanta la ropa negra por lo que combina con todo color de zapatos, accesorios y carteras.

14. Me encanta los palitos a la Siciliana de Pizza Hut, prefiero estos por encima de la pizza de ese lugar.

15. No me gusta el olor de las colonias ni de algunos perfumes de mujer, por ello prefiero el olor de los perfumes de hombre y hasta usarlos. El de mi papá ‘paga pato’.

16. Me encanta leer de todo, desde un libro de gramática hasta ficción.

17. Cuando escribo una carta, por muy chica que sea, la leo y releo hasta cinco veces para corregirla o agregarle algo, una vez que la modifico nuevamente la leo.

18. Cuando como panetón le saco las pasas y las frutas confitadas, no me gustan, aunque puedo tolerar que se pase alguna.

19. Cuando leo un libro que me fascina retraso su lectura porque me da pena llegar al final y terminarlo.

20. Detesto los grillos, cucarachas, hormigas, zancudos, mosquitos y moscas.

21. Colecciono los soundtrack de las películas que me gustan, de los dibujos animados y las canciones usadas en las telenovelas en escenas que me marcaron.

22. Me muerdo las uñas (NO las como) cuando veo televisión o cuando leo algo frente al monitor de la PC.

23. A veces, cuando camino por la calle, evito pisar la línea divisora entre un ‘cuadro’ y otro de la vereda, esto lo hacía cuando chica por diversión, hoy lo sigo haciendo por inercia.

24. Cuando voy en auto cuento las ventanas o número de pisos que tiene un edificio, muchas veces trato de ver si las ventanas o vidrios que este tenga siguen un diseño en serie, otras veces busco el equilibrio en los diseños, mentalmente divido la construcción en dos y comparo, si el lado derecho tiene los mismos adornos o ventanas que el izquierdo.

25. No puedo acostarme antes de la una de la madrugada, así tenga que levantarme muy temprano al día siguiente.

26. Detesto pensar que la ropa interior sea lavada y enjuagada toda junta en la lavadora, me da asco.

27. Me da asco, también, ver cabellos, cejas o pestañas en cualquier lugar, así sea el lava manos.

28. Cuando compro una revista primero la reviso de principio a fin, luego empiezo leyendo las notas que no me parecen interesantes, dejando para el final aquello que sí.

29. Solo me gusta el yogurt sabor vainilla francesa, a veces tolero el de durazno.

30. Detesto que se sienten sobre mi cama con la ropa de calle, con la que se han sentado en el mototaxi, el taxi, el colectivo, la combi y quién sabe, tal vez, en una banca de hospital, de banco o de parque. Es obvio que ni yo me siento sobre mi cama con la ropa de calle y cuando me cambio en la mañana, me pongo el pantalón parada y, para las zapatillas, me siento en la silla de mi escritorio.

31. Cuando veo niños menores de cinco años me causan ternura, tengo que hacerles algún cariño o regalarles alguna sonrisa.

32. Cuando veo a un bebé siendo cargado por su papá me da mucha más ternura, me imagino cómo se verá el hombre que elija, como marido, cargando al que será nuestro hijo (o hija).

33. Me desespera ir al supermercado, a la librería o al almacén y ver los estantes desordenados, aunque sé que hay personal que se encarga de mantener su orden, yo lo hago.

34. Odio las películas cuya filmación se ha basado en la técnica “a mano alzada”, ejemplo: ‘Cloverfield’. Así como los videos caseros mal grabados, tanto movimiento de cámara me marea, hasta vomito, en verdad me enferma. Y no es exageración.

35. Odio a los gatos, cuando los veo muy cerca de mí, retrocedo, me quedo inmóvil o me escondo.

36. No tengo vergüenza de decir que mi comportamiento rayado, mis antojos, los dolores insoportables y mi ausencia en alguna reunión se deben a mi periodo menstrual, no me incomoda hablar del tema o de cómo me aqueja.

37. Detesto el olor del pollo hervido.

38. Al messenger (msn) le quité el sonido, me enervaba escuchar el sonidito cada vez que un contacto se conectaba, que alguien me hablaba o que un desesperado me zumbaba.

39. Detesto el olor del smoke de los carros, el olor de la gasolina, del petróleo, del kerosene y de la grasa de auto.

40. Me desagrada el humo del cigarro, no fumo, pero me gusta su olor y el sabor de este cuando beso al novio que acaba de fumar.

41. Solo tolero el vino, el champagne y el cocktail de algarrobina, el resto de tragos, incluida la cerveza, me dan asco.

42. No me gusta el ceviche, salvo que el pescado tenga buena apariencia, para mi esta es: blanca, pura carne y sin, lo que yo llamo, grasas. Con cinco trozos estoy satisfecha, lo que si me gusta es el jugo de limón del ceviche con la famosa torta de choclo.

43. Me encanta que me agarren el cuello o las mejillas cuando me besan.

44. Me encantan las mariposas y las libélulas. Las polillas solo las puedo ver, tenerlas cerca sencillamente me desesperan.

45. Me gusta el olor de los desinfectantes, en especial el de ‘Pinesol’, el olor de la cera líquida, pero detesto el olor de los ambientadores de baño.

46. Me paso el día, y la noche, bajando la tapa del baño. Tapa que no solo ha sido subida por el hombre con el que comparto el baño sino que también ha sido dejada arriba por la mujercita que dice ser mi hermana.

47. Cuando converso con alguien me gusta que me mire a los ojos, tal como lo hago yo.

48. Me pone de mal humor la gente que huele feo, más cuando se trata de hombres que aspiran ser algo más que amigos. Y también aquellos que lo son (amigos) y al olerlos da la impresión que se orinaron en sus pantalones.

49. No puedo taparme hasta la cabeza cuando duermo, así haga mucho frío dejo mi cabeza fuera y me tapo solo hasta el cuello.

50. Las únicas carnes que puedo comer son: la de pollo, la de vaca, de pescado y algunos embutidos. Detesto el cuy, la paloma, el conejo, el chancho, el cabrito, el pato, el pavo, la gallina y partes como: hígado, molleja, corazón y muchas más.

51. No me gusta calentar mi comida, cuando es ‘necesario’ hacerlo, salvo que la comida haya estado durante más de diez horas en el refrigerador y se sienta realmente como un pedazo de hielo, solo así. Esto sucede porque no me gusta la comida y las bebidas calientes. El té, café, anís o lo que sea también debe ser tibio (lo que pare mí es tibio para mis allegados es frío, aún así yo lo siento un ‘poquito’ caliente).

52. Detesto cuando las personas no piden disculpas cuando me rozan con fuerza o, aunque sea, me hacen mover el brazo o pierna de lugar. Así como a las personas que no piden las cosas por favor ni dicen gracias una vez que reciben la ayuda.

53. No me gusta cuando, en una charla seria con algún amigo, este suelta dos pu** madre por cada cinco palabras. Me da ganas de gritarle.

54. No me gusta el yogurt natural ni la ensalada de frutas. Por el contrario, AMO el helado. Sabores: Chocolate + Vainilla + Sauco + Chochip

55. Hay ocasiones en las que no me gusta saludar con beso en la mejilla a las personas, ni aunque sean muy amigos míos y ni siquiera si está presente el chico que me gusta.

56. No me gusta sentarme en el asiento de atrás cuando voy en el auto de mi papá, mando a mi mamá, hermanos, tíos y demás personas atrás, yo tengo que ir en el asiento de copiloto. Lo mismo me pasa en los autos de amigos. Caso contrario sucede en los taxis, es necesario para mí ir atrás y justo detrás del conductor.

57. Me encanta sacarme los zapatos y quedarme solo en medias cuando estoy sentada frente a la PC o cuando veo televisión sentada.

58. En más de una ocasión me han atraído, por no decir gustado, chicos menores que yo, hasta tres años menos es lo “aceptable” en mi registro. Y no tengo ningún prejuicio con ello, al contrario, son, los menores que yo, los que llaman más mi atención.

59. Me gusta coleccionar cuadernos y fólderes con portadas interesantes, etiquetas de ropa, bolsas de tiendas, postales con fotografías alucinantes, llaveros, lapiceros de colores o de empresas, monedas antiguas y actuales, botellas de vidrio con formas graciosas y volantes de publicidad muy bien diseñados. Así como cartas, postales y tarjetas que, a lo largo del tiempo, me han enviado mis amigos y familiares.

60. Cuando tengo un billete superior al de diez soles doblado en la billetera o en el bolsillo del pantalón o de la casaca me da pánico perderlo. Suelo revisar cada diez minutos si sigue en su lugar. Ni qué decir cuando tengo más de cien soles.

61. Detesto la impuntualidad, tolero que alguien llegue a una cita, clase, reunión, etc. con hasta quince minutos de retraso, pero de ahí a llegar a las seis y media cuando se quedó a las seis me parece, además de irrespetuoso, horripilante.

62. Cuando leo o escucho frases bonitas, las copio en un cuaderno especial para ello.

63. Sueño con casarme en un jardín cercano a una playa, al atardecer y con un bouquet de tulipanes. Siendo el tema principal: Hasta mi final (Il Divo).

64. Me encanta el color violeta y sus derivados, así como el producto de sus fusiones con fucsia y rosa. Además del verde limón y del turquesa.

65. Adoro el agua mineral con gas, no tolero su presentación sin este fluido. Tampoco puedo tomar, así muera de sed, agua filtrada tibia, tiene que ser siempre helada, aún en invierno.

66. Me encanta cantar cuando nadie me escucha y detesto hacerlo en público, cuando es necesario entonar alguna canción, no saco la aceptable voz que se asoma en soledad, aquella que muchas veces grabo en un cassette, refundo al fondo de un cajón y a la semana borro.

67. Para lograr dormir siempre tengo que estar recostada hacia la derecha, luego me muevo hacia la izquierda, pocas veces boca abajo y nunca boca arriba.

68. Cuando camino sola siempre lo hago rápido, muchas veces llego agitada a mi objetivo, me repito que debo hacerlo más lento, pero es en vano. No me gusta caminar despacio cuando salgo en soledad.

69. Cuando voy a tomar un taxi muchas veces dejo pasar varios vacíos, hasta que sienta que debo parar uno.

70. Cuando bajo de un taxi, del carro (de cualquier persona) o cuando me paro de una silla (así sea en mi casa) siempre volteo para ver si no se quedó nada mío, sea dinero, algún papel, celular, tarjeta, etc.

71. Cuando escribo un mensaje de texto suelo leerlo varias veces para constatar que la idea está bien digitada, por este motivo demoro en responder. Lo mismo me pasa cuando recibo uno, lo leo hasta tres veces.

72. Cuando almuerzo o ceno, sea en casa o en algún restaurante, y el plato que me toca contiene arroz, la parte donde este está servido tiene que –siempre- estar hacia abajo, el guiso, menestra, pollo o lo que sea debe estar hacia arriba. Y si una ensalada, un huevo frito o ají lo acompaña, estos deberán ir a un lado del arroz.

73. Me da asco comer los pedazos de carne o pollo que quedan en los huesos, sólo como lo que el tenedor pudo sacar, nunca meteré mano ni lo terminaré con los dientes.

74. Si alguna vez encuentro un cabello o una hormiga en alguna comida, nunca más pediré el mismo plato aunque sí volveré al mismo restaurante.

75. Desde que tengo uso de razón corto las fotografías, de los artistas que me gustan, de cualquier publicación. Hasta ahora las conservo en un viejo fólder que va aumentando su grosor con el paso del tiempo.

76. Cuando voy al cine me gusta sentarme en una de las cuatro últimas filas, siempre dejando un asiento del pasillo, nunca en medio, me da pánico. Y me desagrada si alguien, que no es de mi grupo (si es que voy acompañada), se sienta a mi lado. Siento que este desconocido no respeta mi espacio personal.

77. No me gusta tomar bebidas ni comer pop corn durante la función, la primera la rechazo porque me incita a correr al baño perdiéndome escenas de la película, la segunda simplemente porque no me gusta su sabor.

78. Me encanta forrar las cajas de zapatos, y todas aquellas que tengan tapa, con papeles de regalo bonitos y originales para meter ahí todo lo que colecciono y que relaté en el número 59.

79. Cada vez que se termina el año busco la agenda deseada para el siguiente año, agenda que nunca usaré en su totalidad.

80. Continuamente estoy apagando las luces que otros han dejado prendidas, sea en mi casa o en las ajenas.

81. Cada vez que me levanto por la mañana, siempre, tengo que tender mi cama antes o después de lavarme la cara. No concibo la idea de una cama destendida. Esto también lo hago en los hoteles, aunque para eso esté la mucama.

82. Siempre como primero lo más feo y dejo para el final lo más rico de mi plato de comida.

83. Así me muera de hambre no como: filete de atún, hígado frito o cocido, caiguas rellenas ni caucau.

84. Tengo la odiosa costumbre, para mi hermana lo más molestoso, de leer los capítulos adelantados de cuanta telenovela se transmita y que en mi casa se vea, las brasileras son las favoritas. Y para mí es una delicia contarles qué pasará en el próximo capítulo. Aunque les malogre la ‘emoción’ del culebrón.

85. Me encanta grabar en video cassettes las mejores escenas de mis series o telenovelas favoritas. Mucho más cuando se trata de acciones de los protagonistas.

86. Solo como pizza hecha en casa, las demás las evado porque me caen muy mal al estómago y cuando las como tengo que, inmediatamente, tomar algo que yo llamo “el endura panza”: cocoa.

87. Cuando voy al baño llevo alguna revista para leer pero cuando no hay nada al alcance hablo sola.

88. Cuando tengo que estudiar para un examen de letras, paso toda la clase, de mi cuaderno, a Microsoft Word, le pongo letra grande, lo imprimo y de ahí recién lo estudio.

89. Soy demasiado impaciente, cuando tengo que esperar para que cargue una página de Internet o para ser atendida en alguna oficina tamboreo los dedos sobre la mesa, esto lo hago para no morderme las uñas que demasiados impuestos han pagado ya.

90. Cuando estudio, leo o escribo tengo que hacerlo escuchando música. Obviamente canciones tranquilas, nada de rock pesado, el tener el Winamp, el Reproductor de Windows Media o el Mp3 me permite concentrarme mejor que oyendo los ruidos ‘caseros’.

91. No puedo dormir, ni vivir, en un dormitorio que NO tenga cuadros o posters en la pared. Las paredes sin ningún ornamento me descuadran.

92. Me da asco compartir el vaso o la botella de agua, o de gaseosa, con personas que acabo de conocer y con niños de diez años para abajo.

93. No me gusta el ají picante, es obvio que debe serlo pero siempre exijo, en casa, que no pique nada. Para mí debe ser como una crema más, tal como salsa golf por ejemplo.

94. Nunca comeré las deliciosas empanadas argentinas de Sorrento (Av. Bolognesi Chiclayo) sin una porción de papas fritas ni sin una gaseosa. Si la ensalada la acompaña, mucho mejor, pero empanada sola jamás.

95. Tengo la costumbre de recostarme sobre el hombro de quien esté a mi lado derecho o izquierdo cuando: tengo frío, tengo sueño o tengo miedo.

96. Casi siempre guiño el ojo derecho a las personas, como señal de camaradería o de complicidad. Nunca será como coqueteo porque para esto soy demasiado tímida.

97. Cuando alguien se tropieza o se cae al piso no puedo evitar reírme, mucho más cuando la que se cae o tropieza soy yo.

98. Cuando veo televisión tengo la manía de rascarme la cabeza y hacerme la raya del pelo con los dedos una y otra vez, así hasta que, lo que estoy viendo, llega a su fin.

99. Cada vez que escucho un poema o alguna canción y estos me agradan, copio un trozo en algún papel, en el celular o lo grabo en la mente y, cuando puedo, lo busco en Internet y termino descargando la canción y copiando el poema.

100. Cuando me lavo los dientes, cierro la llave del agua. Si todos lo hiciéramos, ¿pueden imaginar cuánta agua se ahorraría?

101. Me fascina ver el estado de la Luna todas las noches. Si está redonda y hermosamente plateada me hace sentir inmensamente feliz.

Y la lista seguiría, pero... ¿para qué conocerme tan a fondo ustedes desconocidos?
Con que me conozca yo y acepte cada una de estas -'pequeñas'- manías mías basta y sobra... o ¿no?
La terapia, por hoy, ha concluido con éxito. Hagan la prueba, redacten y enumeren las suyas... verán cuánto más se conocerán y aceptarán. Locos, habemos varios ¿y?